La vida está llena de acontecimientos, unos positivos y otros no tanto. entre los acontecimientos enormente positivos para mi vida se encuentra el haber conocido a la que hoy es mi mujer, se llama Rosario, pero todos la llamamos Chari. la conocí en una reunion de jovenes para celebrar las fiestas navideñas juntos , que en aquella época se solía hacer. Era un momento de mi vida muy determinante, porque yo no tenía claro lo que quería hacer. Venía de haber pasado tres años encerrado en casa, sin querer salir para nada, porque no le encontraba mucho sentido a la vida, me había planteado muchas veces que la vida era algo absurdo y que era mejor no haber nacido. En estas circunstancias me encontraba cuando conocí a la mejor persona que he conocido y que además se fijó en mí. Desde entonces mi vida dió un giro de ciento ochenta grados. Con ella empecé a ver que la vida si tenía sentido y que existía el amor verdadero, que no era una fantasía sino una cosa tangible que se podía degustar. Encontrar una mujer así es un regalo del cielo cuyo valor no tiene límite. Por eso quiero en estas pocas líneas, de alguna manera homenajear a la mujer más hermosa de corazón que existe, no sé si habrá alguna como ella, pero yo no la conozco. Para tí cariño mio van estos versos:
mujer hermosa
de alma grandiosa
todo en tí es auténtico.
por todo tu cuerpo
mana la pureza
No buscas tu interés
solo sabes amar;
por entero tu te das.
solo piensas en hacer el bien
no conoces la maldad.
A Dios doy gracias,
por el gozo enorme
de vivir y a tu lado estar.
miércoles, 30 de marzo de 2011
viernes, 4 de marzo de 2011
La tristeza
Muchas veces en la vida he estado triste: porque las cosas no salieron como yo pensaba, porque mis amigos me han criticado, porque estaba enfermo, porque el dinero no me alcanzaba al final del mes, porque mis hijos no hacían lo que yo quería, por un sin fin de circunstancias que me han hecho entrar en tristeza. Yo me digo, ¿merece la pena estar triste? ¿puedo yo arreglar algo estando triste?, ni lo uno ni lo otro; yo no puedo cambiar las circunstancias que ocurren ajenas a mi voluntad, pero si puedo cambiar la forma de recibirlas. Creo que debo aceptar la vida como Dios me la vaya planteando con un talante humilde, sabiendo que las cosa son como son y que mi estado de ánimo debe ser siempre de paz interior aunque las cosas no sean como yo quisiera que fueran.Con paz interior puedo resolver las circunstancias de una forma más positiva y por lo tanto de mejor manera que entrando en tristeza.Todo en la vida tiene arreglo. Lo único que no tiene arreglo es la muerte, pero para entonces mi cuerpo no sentirá ni padecerá.
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